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Mostrando entradas de noviembre, 2010

Olvidé el título.

Paciente: ¡Doctor! Doctor: Tranquilo caballero. Siéntese y me comenta su dolencia. Paciente: Verá… lo que me ocurre es que cada vez que me enojo en lugar de entrar en un estado de alteración física y psíquica… no paro de cantar I Say a Little Prayer de Aretha Franklin. Tiene que ayudarme doctor. Doctor: Entiendo… ¿Ha probado a encolerizarse en lugar de enfadarse? Paciente: Padezco la misma dolencia ante todos los sinónimos. Doctor: Entiendo… ¡Es usted un perfecto imbécil! ¡Idiota! ¡Cabestro! Paciente: ¿¡Pero!? ¡Doctor! Doctor: Es usted un amago de boñiga, si Darwin le hubiese conocido antes de terminar su obra nos hubiera emparentado con los asnos, ¡idiota! Paciente: Forever, forever… Doctor: Su mujer se cepilla al enano del circo. Paciente: Forever, forever, you'll stay in my heart and I will love you Forever, forever we never will part Oh, how I'll love you Together, together, that's how it must be To live without you

Instinto Básico

Sara llena la copa de vino esquivando las llamas de las velas mientras Rodolfo corta el bistec de ternera que han cocinado para cenar… Sara: Pobre animal, creo que me voy a hacer vegetariana. Rodolfo: ¿Por qué? Este animal fue concebido para servirnos de alimento, eres demasiado espiritual. Sara: ¡Pero es un ser vivo! ¿Acaso no lo comprendes? Tiene alma como tú y yo. Rodolfo: Vamos… el alma no existe, si existiese tendría un valor muy alto; tanto que podrías hacerle una hipoteca y los bancos te meterían el interés por los ojos. Sara: Sin el alma no podrás acceder a un nuevo estado espiritual, tu mente quedará atrapada en un montón de carne putrefacta. Rodolfo: Eso es ¡ridíiiculo! Sara: Llámalo como quieras: paraíso, vergel, elíseo, edén… Rodolfo: En tu afirmación radica el problema. Nos dogmatizan desde pequeños. Sara: ¿Cómo? Rodolfo: Sí, un claro ejemplo son los dibujos animados. Fíjate en los o

Operación P

22/11/2010 Informe del agente 008 7:53: Acabo de infiltrarme en la base enemiga. 7:54: Estoy en la cafetería. 11:34: Me he terminado la tostada con mantequilla. 8:56: Acabo de viajar varias horas hacía atrás en tiempo. 11:34: Me he terminado la tostada con mantequilla. 11:47: Estoy en la máquina de tabaco del enemigo. 12:37: Me acabo de colar en la sala de máquinas del enemigo y puedo confirmar que tienen una tragaperras. 13:56: No hay indicios de que vayan a lanzar un ataque en las próximas horas. 19:45: Acabo de comprobar que la siesta es viable en países que practican la doctrina comunista-stalinista. 23:00: Hay vodddddkaaaaa. 2:59: Eres mi mejorrrrr amgüito… ¡el mejor! 6:23: Me duele la cabeza. 7:06: ¡Atención! ¡Están lanzando misiles! Queda comprobada la teoría de que los misiles tienen forma de falo porque los que los manejan tienen el pene muy pequeño. 8:25: Misión concluida. Me marcho a vigilar a los iraníes.

El pacto

Solo una columna de luz rompía la oscuridad de la habitación, bajo esa rebelión se encontraba la silla del condenado que escuchaba como las palabras surgían de una esquina de la estancia donde solo se podía apreciar una barbilla acompañada de una frondosa perilla y un luz intermitente que crecía al ritmo de las caladas al cigarrillo... Demonio: Vengo a por su alma caballero. Su tiempo ha expirado. Condenado: Y no podría llevarse un riñón, tengo dos. Demonio: Lo siento, pero sólo acepto bienes inmateriales. Condenado: Pero... ¿mi alma? ¡Hace un momento estaba viendo el fútbol con mis amigos? ¿Cómo ha quedado el partido? Demonio: España es campeona del mundo, ha marcado Iniesta. Condenado: Uff, menos mal. Demonio: Pero no es eso lo que debe preocuparte. Condenado: ¿Por qué? ¿Acaso me clarea el pelo? ¿Halitosis quizás? Demonio: Vengo a llevarme su alma sin ningún posible acto de devolución, voy a enterrarla en carbón incandescente con jersey de cuello vue

El diván de Filipo

Gregl Khôl era un artista que acudió al número 17 de la calle Da Vinci siguiendo el rastro de frustración que su espíritu proyectaba. Una vez allí, Filipo Stamina lo esperaba sentado tras su diván a la espera de escuchar todo lo que el desertor de la disciplina tenía que contarle, un bohemio cinturón negro. Khôl: ¡Mis obras han perdido interés Filipo! Ya no doy forma a la libertad, ni capturo la fuerza de olas, ahora sólo puedo crear obras que representan la objetividad, ¡a nadie le interesa ese concepto! ¡Es el más aburrido de la naturaleza humana! Además… siempre he sido un individuo de poca personalidad y sólo me salen obras muy subjetivas, ¿¡Qué puedo hacer Filipo!? Filipo: Le recomiendo dos cosas señor Khôl. Empecemos por el principio, es decir: por el uno. Lo primero que tengo que decirle es que la próxima vez que acuda a mi consulta podría hacerlo vestido de cintura para abajo, resulta algo incómodo su look actual. Y lo segundo es que no se deje intimidar por